Se imaginan que tras el cónclave papal que nos espera sucediese lo reflejado en la película "Las sandalias del pescador" en la que el Papa Cirilo I en su discurso de investidura pronunció el siguiente discurso:
Vivimos una tremenda crisis. Crisis ineludible. No puedo cambiar el mundo, ni borrar lo que escribió la Historia. Solo puedo cambiarme a mi mismo, y empezar con el auxilio divino a escribir un nuevo camino.
Soy el custodio de los bienes espirituales y materiales de la Iglesia. En nombre del Espíritu, enajeno todo el oro y piedras preciosas de los relicarios, y en primer lugar, las que adornan mi tiara para aliviar a nuestros hermanos hambrientos. Y si en virtud de esta hipoteca, la Iglesia tiene que pordiosear como los mendigos, sea en buena hora. Yo no desmentiré esa hipoteca, y por ningún concepto la reduciré.
Y ahora, invito a los magnates del mundo y a todos los acomodados a compartir su abundancia con aquellos que nada poseen"
Por supuesto tanto la novela como la película no están basadas en hechos reales. Son pura ficción.
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