“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



lunes, 4 de junio de 2012

El poder del dinero: racionalidad o irracionalidad




¿El dinero nos hace actuar de forma racional o irracional?. Algo aparentemente tan irrelevante puede haber sido la causa de las distintas crisis y burbujas financieras que se han producido a lo largo de la historia y que tan graves consecuencias han producido y producen en las gentes de este loco mundo.

Hasta la fecha, la filosofía económica dominante que ha conformado las políticas empresariales y estatales durante los últimos 50 años, ha sostenido que los mercados no precisaban de la regulación de los gobiernos, porque las personas, cuando se trata de dinero, actúan de forma sumamente racional, por lo que el mercado es capaz de regularse a sí mismo, sin necesidad de agentes externos.

Tras el “Crack del 29”, la visión de que las emociones tienen la capacidad de alentar o desalentar la economía, se convirtió en la sabiduría convencional de la década de los 30, a través del trabajo del célebre economista británico John Maynard Keynes, en cuya cita más célebre nos dijo que “El mercado puede permanecer siendo irracional, más tiempo de lo que uno puede mantenerse siendo solvente”Hoy en día más cierto que nunca.

Keynes afirmó que las emociones podían provocar que los precios aumentasen y se desplomasen, y que para proteger a la economía de estas peligrosas burbujas, los gobiernos debían regular estrictamente los mercados. Sin embargo nunca pudo explicar con exactitud en qué consistía dicho mecanismo, ni demostrarlo mediante un modelo matemático preciso, por lo que recibió el rechazo de la profesión en bloque.

Ahora, tras la crisis del año 2008, los Economistas Behavioristas se esfuerzan por hacer lo que Keynes no logró conseguir; demostrar de qué forma las emociones influyen en los precios. Varios experimentos de prestigiosas universidades norteamericanas, apuntan a que cuando se trata de dinero actuamos de forma irracional, al igual que con la comida y las drogas.

A través de varios experimentos científicos, se demuestra que la conducta de la gente cuando hay dinero por medio, cuestiona la filosofía económica dominante, basada en la estabilidad de los mercados y que ha concluido con el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Detrás de todo está la regulación del mercado, que hoy en día se ha convertido en un casino en el que agentes completamente "racionales" (y en muchos casos bajo los efectos de la cocaína), pueden apostar prácticamente cualquier cosa, incluso a que se hunda tu moneda o tu país, y ganar montones de dinero con ello.

1 comentario:

  1. Muy cierto,Para tener suceso al 100 por ciento nuestras actitudes deben contener un alto grado de espiritualidad.

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