Mamá Europa, o mejor dicho, Mamá Alemania materializada en
forma bruta como la desagradable Sra. Merkel, nos ha obligado a
limpiar nuestro cuarto, levantando alfombras y todo eso. Y, ¡dios mío la
cantidad de mierda que está saliendo!
Nos creíamos un país ejemplar, libre
de corrupción salvo por la excepción de tres o cuatro alcaldes y concejales de
urbanismo. Y es que éramos nosotros mismos los que nos vigilábamos,
materializados en forma bruta como nuestra casta política y sus
leyes. Pero claro, ¿quién les vigilaba a ellos?
Ahora que nos gobiernan desde fuera, antes de
soltarnos la propina del domingo, Mamá Merkel nos va a obligar
a sacar toda la mierda acumulada a la basura. A ella solo le importa que la
mierda se limpie antes de soltar un solo euro (que en realidad, y visto lo
visto, es el Marco Alemán pero con otro nombre). A nosotros
además de eso, debería interesarnos que los responsables de haber ensuciado
este país pasen por los juzgados a defender su gestión o sus actos, si es que
pueden.
Y no deberíamos admitir ver en el telediario a
un par de "cabezas de turco" entrar a los juzgados,
para calmar a los ciudadanos, no -además que tardan más en entrar de lo que les
cuesta salir-. Deberíamos exigir que a todos y cada uno de los políticos,
amiguetes, gestores de cajas y bancos, especuladores, jueces y todo aquel que
haya metido mano o sea responsable de desfalcos de campeonato, se le apliquen
las mismas leyes y obligaciones que el Estado Implacable y el Sistema Financiero nos aplican a usted y a mí. Tomar de
su propia medicina; así lo llamaban antes.
Todas las exigencias, obligaciones, impuestos
y demás servidumbres, han recaído hasta ahora sobre los
hombros de los ciudadanos, mientras que los responsables, precursores y
ejecutores de todas esas medidas se las pasaban por el forro. O sea, eran los
primeros en no tener responsabilidades sobre sus actos, en evadir impuestos y
en desviar fondos públicos a cuentas privadas en paraísos fiscales.
Está claro que la clase política querrá dar
carpetazo a todos estos asuntos, abriendo un par de comisiones de investigación
en el Parlamento y con alguna que otra dimisión, y alegando que “No
es buen momento para hacer justicia”, ya que puede repercutirnos sobre
la prima de riesgo.
Un buen ejemplo es el caso del presidente del
Tribunal Supremo, Carlos Dívar, al
cual el resto de miembros de dicho tribunal ya han descartado investigar por el
uso ilícito de fondos públicos para viajes particulares, rechazando la
querella por 11 votos contra 4. Otro son las Cajas de Ahorros, donde todos
los partidos políticos e incluso los sindicatos están implicados, con miembros
de sus filas en las juntas directivas dilapidando el dinero de los ciudadanos.
Por eso esta labor no nos la va a hacer nadie, y
el movimiento popular 15-M consciente
de ello, ya ha recaudado mediante aportaciones particulares los
20.000 euros necesarios para la primera querella contra Rodrigo Rato, responsable del descalabro de Bankia y ex-ministro de
economía del Gobierno de Aznar.
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