“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



martes, 10 de abril de 2012

El viaje a ninguna parte o la simetría del absurdo



No se ustedes, pero yo estoy rozando los límites de mi paciencia. Aún no han pasado ni cinco meses desde que el presente gobierno ganó las elecciones generalas españolas, y el nivel de despropósitos a los que nos someten es agotador. No me refiero a los recortes, reformas, medidas y ajustes con los que desayunamos, comemos y cenamos todos los días, no. No en este caso.

Me refiero a que la clase política de este país (toda ella), no es que nos tome por idiotas. Es que ya presumen de ello mientras se pasean por la cuerda floja con dos copas de más.

Si usted se hubiese ido a una isla desierta o se hubiese metido en un "reallity show" allá por el día 15 del pasado noviembre (apenas una semana antes de las elecciones) y hubiese vuelto a su casa hoy, no saldría de su asombro tras escuchar o ver un par de noticieros. Pensaría que se han vuelto todos locos. Que dicen y hacen todo lo contrario de lo que decían y hacían antes de las elecciones.

Oigo, leo y veo los "saturantes" noticiarios y no salgo de mi asombro. Todo, y digo todo, lo que decía el Partido Popular (entonces en la oposición) mientras el PSOE gobernaba y tomaba las medidas que le dictaban, es exactamente lo mismo que hoy le espeta (o le esputa, que es lo mismo pero con flemas) el partido socialista al PP (hoy en el poder) en cada rueda de prensa, pleno del congreso y pasillo enmoquetado. Y las excusas, razones y paradigmas* que oíamos a diario en boca del ex-presidente Zapatero, son exactamente las mismas que hoy soportamos de Mariano Rajoy, sargento chusquero de turno a las ordenes de "no se sabe quién", y que dirige los designios de los españolitos a media jornada.

Esto suele pasar muy a menudo. En campaña electoral ya se sabe, prometer y prometer, y luego ya veremos. Pero sucede que en estos momentos parece que "se nota" más. Que ya no se cortan ni un pelo en ocupar posiciones completamente opuestas y simétricamente absurdas.

Echo de menos un golpe en la mesa de nuestros intelectuales, escritores, científicos, filósofos, periodistas, etc. En definitiva, de la gente inteligente y culta que tenemos en este país. Porque la clase política ya ha admitido que tiene complejo de inferioridad frente a las élites económicas. Y de donde no hay, no se puede sacar.


Entretanto, y ojo al dato, todo lo que el gobierno está recortando en este ejercicio, no alcanzará para pagar la deuda (y sus intereses) de este año. ¡Joder!.

Dentro de cuatro años iremos a votar otra vez, porque claro, esto es una Democracia. 

¿Somos imbéciles?. Rotundamente sí.




* Un paradigma es el resultado de los usos y costumbres, de creencias establecidas, de verdades a medias. Un paradigma es ley hasta que es desbancado por otro nuevo. Los paradigmas pueden tener vigencia durante años, siglos e incluso milenios sin cambio alguno. Depende de que se empiecen a acumular crisis que hagan insostenible el paradigma de turno. Entonces los círculos de poder crean soportes y paradigmas que sostienen el paradigma original.


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