“Como las cosas humanas no sean eternas, yendo siempre en declinación de sus principios hasta llegar a su último fin, especialmente las vidas de los hombres y como la de don Quijote no tuviese privilegio del cielo para detener el curso de la suya, llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba”

Miguel de Cervantes. "Don Quijote de la Mancha".



lunes, 1 de octubre de 2012

El Capital ("Le capital" de Costa-Gavras)




“El capital” (Le Capital) es la nueva película del multipremiado director francés de origen griego Costa-Gavras, un director siempre comprometido y pegado a la realidad que le ha tocado vivir, reflejando como nadie el lado más tenebroso, impecable y amenazante de nuestra sociedad.


En este caso se adentra en la crisis económica y en el sistema capitalista con una cinta en la que Marc Tourneuil (Gad Elmaleh), el nuevo director del principal banco de inversiones de Europa, tras un imparable ascenso, lucha desesperadamente por conservar su puesto cuando un fondo estadounidense intenta comprar la entidad bancaria. Un prescindible sicario del Capital que se convierte en su indiscutible amo y señor. En palabras del director, “todos somos rehenes de esta desgracia global”.

Costa-Gavras denuncia que aunque quienes se alimentan de esta situación no sienten miedo ni ansiedad, ni pueden controlarla, ya que los mercados funcionan al ritmo de la vanidad, la inutilidad y la avaricia.

La cinta está basada en la novela homónima “Le Capital” de Stéphane Osmont. El reparto lo completan Gabriel Byrne, Natacha Regnier, Céline Sallette, Liya Kebede, Hyppolite Girardot, Daniel Mesguich y Bernard Le Coq.

“Y así...hasta que todo estalle”. Estos son las irónicas pero auténticas palabras con las que se despide el protagonista del film, retratado junto con toda esa “élite” como bastardos e infantiles críos caprichosos y consentidos que quedan en nuestra retina.

Es, efectivamente, un trabajo didáctico, con nociones básicas sobre qué hacen con nuestro dinero y cómo lo mueven de aquí para allá, sobre cómo se comportan y lo más importante, lo pocos en número que son respecto al resto de los mortales que son víctimas de sus pataletas, ambiciones, tiranías personales y colectivas.

En definitiva, sin duda alguna, una metástasis.






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